martes, 21 de abril de 2009

Lesiones Deportivas. Parte II

ctor Toledo
Kinesiólogo

Frecuentemente hablamos de lesiones dentro del contexto en el cual nos desenvolvemos, el deportivo. Éstas pueden ser provocadas en nuestro entrenamiento o en las competencias y pueden afectar alguna articulación o músculo. La causa puede ser un golpe directo o una maniobra individual altamente exigente o mal realizada.
Pero ¿a qué nos referimos específicamente cuando hablamos de lesión deportiva?
La lesión deportiva es definida habitualmente como “Un incidente ocurrido durante la práctica o competición que causa en el atleta la pérdida de la siguiente competición o sesión de entrenamiento” (1).
Sabemos entonces que esta lesión impedirá al atleta continuar con su entrenamiento con normalidad y, en el peor de los casos, lo dejará fuera de su competencia. Ahora bien, es preciso preguntarse también ¿Qué es lo que ocurre en el cuerpo al momento de la lesión?
Si bien las lesiones deportivas pueden generarse en distintas partes (brazo, muslo, pie, etc) o tejidos (articular, ligamentoso, muscular, tendíneo, etc) del cuerpo, existe un proceso general que ocurre al momento de la injuria (2): .

1.- Daño Traumático Primario: Daño de tejidos causado directamente por el agente traumático lo cual genera las siguientes reacciones:
- Evacuación de células muertas o dañadas.
- Liberación de sustancias que informan al cuerpo del daño sufrido.
- Irritación nerviosa provocando la sensación dolorosa.
- En forma refleja, se generará una protección de la zona dañada desarrollando un espasmo muscular adyacente lo que puede a su vez generar el círculo vicioso “dolor-espasmo-dolor”

2.- Daño Traumático Secundario:
- Hemorragia (5’ a 10’): Se genera producto de la rotura de vasos sanguíneos, disminuye o deja sin aporte de O2 a los tejidos.
- Alteración metabólica de la célula por falta de O2 e ingreso de líquido a ésta provocando la “lesión hipóxica secundaria”.
- Liberación de enzimas para digerir restos celulares que indirectamente rompen membranas que cubren a las células sobrevivientes.

3.- Edema
- Debido a los eventos anteriores se produce una acumulación de líquido, proteínas y sangre de la hemorragia en la zona afectada y su vecindad.
- Mientras mayor sea la cantidad de proteínas, más agua atrae a la zona causando mayor “edema”.
El edema comprime los vasos sanguíneos más pequeños por lo que mantiene y acentúa la lesión hipóxica secundaria.

Cabe señalar que estos eventos descritos son parte de la etapa aguda de un proceso mucho más complejo como lo es la inflamación, que es la reacción inicial inmediata que cualquier tejido del cuerpo tiene en defensa frente a un trauma o estréಸ (3).

La inflamación se caracteriza por los siguientes signos (3):
- Enrojecimiento de la zona
- Tumefacción o edema
- Calor de la zona
- Dolor
- Limitación funcional.


Tanto el enrojecimiento como el calor local son producto de la vasodilatación y el aumento del riego sanguíneo a la zona. Cabe destacar que la equímosis se genera por la ruptura de los vasos sanguíneos del tejido afectado y los adyacentes por lo cual no constituye un signo propio de la inflamación.
El edema se debe al aumento de la permeabilidad capilar y de la presión intracapilar. En los casos de injurias, la misma hemorragia y la ruptura de vasos sanguíneos favorecen el aumento de líquido en la zona.
El dolor es generado tanto por el daño inicial al estimular receptores dolorosos (nociceptores) como por la reacción secundaria de contracción muscular refleja que condiciona el ciclo dolor-espasmo-dolor (4). Este dolor provocado por un daño tisular donde está implicada la inflamación, genera una disminución del umbral doloroso el cual se manifiesta como una menor tolerancia a cualquier estímulo inocuo (5). Concordantemente, un estímulo que antes no era doloroso, ahora se percibirá como tal.
Tanto el dolor como el edema restringen el movimiento, lo cual conduce a una impotencia funcional (3).


Bibliografia
1.- Evidence based prevention of hamstringinjuries in sport. Petersen et al, British Journal of Sports Medicine 2005;39;319-323.
2.- Técnicas de fisioterapia en patología deportiva: fase aguda. Galindez Ibarbengoerxea, X. Fisioterapia 2004; 26 (1): 36-40.
3.- The Physiologic and Clinical Applications of Cryotherapy and Thermotherapy for the Pain Practitioner. Nadler, D. O. et al. Pain Physician, 2004; 7: 395-399
4.- Injury rehabilitation an the role of cryotherapy. Johnson, B., D. Synergy 2004.
5.- Neurobiología del dolor. Cerveró. Revista de neurología 2000; 30:551-555.


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